Septiembre 19  de 2007

PRESENTA ESTA SEMANA:

Medallistas Panamericanas

 

 

¿Hasta donde fue el abuso?

ATENCO

 

Se vale soñarPONIATOVSKA

 

 

 

 

 

 

La verdad y la demagogia

 

 

FOBAPROA

 

 

 

 

 

FOBAPROA

 

SOLO UN MOMENTO

Se vale soñarEXPO SEX  2006

 

 

 

 

 

 

Lo que viene

 

ESTO ES VERDAD

 

 

 

 

 

Lo que viene

 

NO HAY AMIGOS ÍNTIMOS

 

 

 

AMLO y EPR.  ¿Coincidencias?

 Hace algunas semanas comentábamos que afortunadamente el candidato perdedor de la elección presidencial de 2007, Andrés López Obrador, no contaba con el apoyo de un grupo armado, ya que la combinación de resentimiento y armas sería fatídica.  Parece que nos equivocamos.

 La semana pasada el Ejercito Popular Revolucionario detonó bombas en ductos de PEMEX, causando tremendo daño patrimonial no solo a la paraestatal, sino diversas empresas que se quedaron sin suministro para trabajar.  Es lo que podríamos llamar el primer acto de terrorismo serio en nuestro país.  Aun cuando el EPR diga que son actos de autodefensa, la verdad es que es terrorismo. 

 Ayer martes, el EPR hizo diversas declaraciones que tienen mucho trasfondo, un trasfondo que parece muy claro y que es preocupante.

 El grupo armado califica al gobierno federal como ilegítimo y producto de un fraude electoral y critica a la presidenta de la mesa directiva de la cámara de diputados, Ruth Zavaleta, por avalar los crímenes de estado –que no detallan- a cambio de las migajas que les brinda el Estado.

 López Obrador y sus cercanos califican al gobierno federal de ilegal y espurio, dice que es producto de una elección fraudulenta –fraude que nunca han demostrado- y en voz de Gerardo Fernández Noroña, cercanísimo de AMLO, escuchamos que Zavaleta se había vendido por un huesito. 

 ¿Coincidencias? Quizás.  Como coincidencia debe ser que AMLO dio el grito la noche del pasado 15 de septiembre en un pueblo de Oaxaca, zona de influencia del EPR, que visitó a Flavio Sosa en la cárcel, a quien se identifica como activo del EPR, calificándolo de preso político a pesar de los delitos probados y no ha hecho la menor critica acerca de los atentados a las instalaciones de PEMEX.

 Fanatismo y armas.  Si esto es cierto, ¡a temblar!

 

 
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Viaje en Metro. ¡Extorsión incluida! 

Recibí la semana pasada un par de denuncias acerca de una nueva extorsión que se está utilizando en el sistema de transporte colectivo –vulgo Metro- del Distrito Federal. 

Primer caso.  Un tipo, llamémosle Luis, va en la línea 1.  Trabaja como cobrador, su trabajo requiere que todo el día ande de un lado para otro por toda la ciudad.  Vagón medio lleno.  De pronto y sin decir agua va, una mujer que está de pie frente a nuestro personaje grita: “¡No!  ¡Déjeme, no me haga daño!”  al tiempo que se abre la blusa de un violento jalón para a continuación acusar: “¡Me rompió al blusa! ¡Me quiso violar!”  Justo en ese momento, las puertas se abren y justo frente a ellas hay dos supuestos judiciales, quienes responden al llamado de auxilio deteniendo a Luis ante la acusación de la que es objeto.  Para no hacer el cuento largo, los tipos y la mujer suben a un auto en las afueras de la estación y le piden 10 mil pesos por no llevarlo ante el MP, en donde de unos días detenido no se salva, porque la acusación es grave.  Y muy amables, hasta lo llevan a diversos cajeros a juntar la cantidad para después dejarlo libre. 

Segundo caso.  Una mujer, llamémosle María, sube al Metro en la estación La Raza.  Apenas avanzó el tren, la mujer frente a ella voltea y grita: “¡Dame lo que me robaste!” “¿Qué?”  “¡Acabas de robarme 5 mil pesos y mi celular!”  “No señora, yo no le he robado nada, voy a mi trabajo”.  “¡Tú me robaste!”  María le dice al ver que el tren arriba a la estación Guerrero: “Mire señora, vamos a bajarnos para que hable con el policia y acalremos todo.”  La señora, ojo, se niega a bajar en la estación: “¡Yo no me bajo aquí!”, sin embargo sigue con la acusación hasta la siguiente estación, Hidalgo, en donde nuevamente, frente a esa puerta hay dos judiciales.  Baja María con la señora y uno de los supuestos agentes le pide el teléfono para verificar que sea suyo, pero en un movimiento torpe, mientras intentan distraer a María, cambian el chip del aparato.  María llama al policía de la estación y eso provoca que la extorsión no se de, aunque si es llevada al MP, en donde no llega la señora, solo uno de los judiciales quien explica la acusación … ¡y María es encerrada por varios días en lo que se aclara la situación!  Ni la señora ni los policías volvieron a aparecer. 

Estos casos no son inventados, están corroborados.  Una nueva forma de extorsión se está practicando en el sistema de transporte más demandado de la capital del país.  Hay varias cosas que destacan: Las pésimas leyes de nuestro país en las que una acusación tan burda como las que hemos visto son suficientes para crear una sospecha y dar lugar a una investigación, que pudiendo ser rápida, lleva por lo menos varios días, en los cuales el acusado tene que permanecer detenido, esto si no cedió a los chantajes de esta bandita organizada.  Es necesario que las autoridades y los usuarios tomen nota y no se dejen sorprender por estos supuestos ciudadanos y judiciales.  ¡Como si nos faltara algo!  Mientras tanto… disfrutemos de las próximas pistas de hielo.  ¡Pan y circo!

Comunicación: fj@lavisiondelciudadano.com

 
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La simple complicación de la informática

La tecnología esta hecha para todos y esta visto que ya no podemos vivir sin ella.  Es imposible salir de casa sin la extensión de nuestra vida, el celular, la laptop, la palm, los audífonos, el ipod y todo lo que la nueva era nos impone y la de sorpresas que nos esperan, unos las veremos otros ya no.   

Si bien es cierto que ahora los niños nacen prácticamente con un chip que les permite no usar las instrucciones en los sofisticados aparatos nuevos, también es verdad que hay o habemos personas que a veces nos tiene que explicar con bolitas y palitos lo que debemos hacer en cuanto a la tecnología y si no dígame usted si me equivoco.  

Usted trabaja en una empresa y tiene su computadora, la cual trabaja perfectamente hasta que empieza a hacer cosas raras, ¡algo le pasa a su aparato! y entonces se nos quiere derrumbar el mundo, pero para eso están los maravillosos “informáticos” para solucionarnos estos  problemas.  Normalmente los mandamos llamar vía telefónica o más artesanalmente, por medio de una solicitud escrita “totalmente obsoleto”  pero sucede.  Después de algunas horas o varios días (porque siempre tienen mucho trabajo), aparece el sufrido “informático” para ver que le sucedió a la extensión de nuestra vida laboral y a veces personal.  Entra la checa y normalmente nos pregunta: ¿Qué bajaste?  ¡Nada! Contestamos con aire inocente.  Solo abrí un archivo que……,  ¡ah! Ahí esta el problema, le entro un virus.  ¡Noooo, si tengo un antivirus muy bueno!  Pues con todo y antivirus, le metimos un desgraciado troyano o como se llamen. 

¡Bueno!, ¿pero y entonces?  Pues mira nos contesta con aire de superioridad y se nos queda viendo con cara de  Diostodopoderoso a nosotros pobrecitos mortales.  Una de dos, voy a tratar de quitárselo y si no, pues habrá que formatear la computadora y ojala que se salve tu información, ¿tienes respaldo verdad?  ¿Qué, que que queeeeeé? ¡No, no tengo gritamos horrorizados. ¡No, no te pases!  Ahí esta mi informe, mis memos, mi información, mis canciones y “todos mis videos xxx”, ¡eso no lo decimos en voz alta, solo lo pensamos! ¡Por favor, por favor! No me hagas eso.  

Pues bueno, lo voy a intentar y nos sentamos junto al ahora Dios todopoderoso que tiene nuestra vida en sus manos.  Empieza a hacer una serie de pases mágicos y a abrir ventanas y meter palabras que no entendemos en lo absoluto, y lo peor es que este hombre-semidios  (en ese momento lo es  para nosotros) nos esta explicando como si entendiéramos todo lo que nos  dice en su lenguaje cibernético, “pobre iluso” “voy a meterle el modo seguro, de pahe sieujfn pais c ienn iusus eiuru” si, justamente eso entendemos “nada” ¡ah! pero eso si, nosotros asentimos con total seguridad de que estamos entendiendo todo cuanto nos dice. Y lo hace con tal naturalidad como si cada palabreja, término o clave fueran el pan nuestro de cada día para nosotros.  ¡Pues que se creen?  Lo peor del caso es que “se sorprenden”, siiií  de verdad se sorprenden cuando ponemos cara de interrogación ¿Cómo es posible que no entendamos lo que nos están explicando con tanta sapiencia? Si es tan sencillo y simple que no es posible que pongamos cara de ¿what?  

Pero no mis queridos Semidiosesinformáticossabelotodo,  no entendemos un soberano  pepino, tal vez pongamos expresión de que esta claro pero  júrenlo que no y aunque digamos que si ¡la real, la neta! es que normalmente nos quedamos en blanco ¿Cómo nos vamos a exhibir?  Así que por favor ¡señores! tengan algo de conciencia, practiquen la tolerancia,  sean pacientes,  (si, si, ya sé que no es fácil) pero entiendan que no todos nosotros pobres mortales,  tenemos su habilidad. Y todavía nos dicen: ¡pero si esto te lo dije apenas ayer!  Tal vez lo hicieron, eso es seguro, pero nos importa muy poco, lo que queremos es que nuestra computadora funcione y lo haga bien, total, para eso los tenemos a ustedes ¿o no? 

Ahora bien, hay niveles y mención aparte merecen nuestros ancianos, las personas de la tercera edad y alguno que otro y aislado adulto jóven que se niega rotundamente a usar ese o cualquier grillete auto impuesto pero poco a poco están siendo absorbidos por la inexorable modernidad, así que en nuestro próximo artículos tocaremos ese tema, ¿usted que opina mi querido lector?

comunicación: susy@lavisiondelciudadano.com

 

 
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La simpleza del iluminado

Todo es muy simple para el iluminado. ¿Economía? Fácil: se mezclan honestidad, buena fe, amor por “la gente” (lo que antes era “el pueblo”), se bate eso con hartos huevos y sale una omelette perfecta. El candidato Fox tenía la ingenua convicción de que el subcomandante Marcos era hombre de buena fe, por eso le bastarían 15 minutos de conversación de hombre bueno a hombre bueno, sin las víboras del PRI, y asunto arreglado.

Oigamos las recetas de ahora: ¿Pemex? ¡No se hagan bolas! ¡Hay que construir cinco refinerías, todas ellas sin capital privado, ni nacional ni extranjero! ¿No hay presupuesto para obras de infraestructura? ¡Se obtiene con una reducción de altos salarios y dejando de pagar pensiones a ex presidentes! Siempre habrá quien no sepa que la cantidad así ahorrada no sería ni la cienmillonésima parte de lo necesario con urgencia. Díganse estas trivialidades con voz estentórea, dedito ondulante y mirada de águila señera y se lograrán aplausos de quienes no tienen ni idea del disparate que oyen.

El Congreso se nos ha convertido en un superpoder que descabeza organismos autónomos por complicidad entre los secuaces de los tres partidos mayores. No han dado una razón, ni una sola, para cambiar a los consejeros del IFE tres años antes de terminar su período. Lo explican muy simple: es que les perdimos confianza. Se la perdieron ellos, los derrotados, que no han venido a consultar, en sus diversos distritos, la opinión de sus electores. Nos ignoran porque se deben a sus partidos y sólo a sus partidos. Todos fueron cogidos con las manos en la masa: no reportaron al IFE más de 280 mil spots ni dijeron cuánto pagaron por ellos. Así que urdieron una salida simple: despedir al auditor, echar a la calle al vigilante; de paso, dejar de pagar a radio y tv la propaganda electoral y embolsarse esos dos mil millones de pesos extra. Y no tenemos forma de parar esta nueva dictadura.

Los mexicanos no tenemos mejor ejemplo del abismo al que conduce un iluminado, que el fallido intento de independencia encabezado por el buen cura Miguel Hidalgo. Descubierta la conjura del levantamiento que debería contar con la suma de al menos una porción importante del ejército regular (lo dicen todos los manuales de cómo hacer la revolución), el cura no tuvo mejor ocurrencia que calzarse las botas, llamar a misa (también fue domingo ese 16 de septiembre) e inflamar de ardor patriótico los pechos de campesinos que sólo tenían por armas palos, azadones, machetes y uno que otro mosquetón; hacer luego acopio de nuevos soldados abriendo cárceles y sumando presos, para hacer masacrar tan escuálidas fuerzas al enfrentarlas contra soldados con entrenamiento y pertrechos. Resultado: duró diez meses la aventura. No hubo independencia. Morelos peleó unos pocos meses más y Guerrero se refugió en las montañas. La Nueva España siguió su marcha con entera normalidad.

Once años después, el 27 de septiembre de 1821, un hábil negociador y el convencimiento, hasta de muchos españoles residentes en la Nueva España, de que la independencia era necesaria, sellaron los tratados por los que el nuevo virrey, Juan O’Donojú, sin haber tomado siquiera posesión de su cargo, reconocía la independencia del nuevo país y, además, se unía a la junta de gobierno encargada de organizar la cosa pública. Pero los mexicanos jamás hemos sentido simpatía por el triunfo, y menos por los triunfadores, así que hundimos en el olvido al virrey O’Donojú y a Agustín de Iturbide, que firmaron la independencia sin un balazo.

Los métodos del cura Hidalgo una década antes habían conseguido el efecto contrario: partidarios de la independencia, como el obispo Abad y Queipo, acabaron condenando los crímenes sin sentido de una turba que, escasa y sin armas, podía sin embargo hacer un gran daño a la pujante economía que había hecho del peso mexicano moneda de cambio en el mundo entero. Lo mismo ocurre ahora: con 20 personas se cierra una calle o una carretera, con 100 se impide una obra que daría empleo a miles; una decena o menos es necesaria para volar gasoductos, parar centenares de industrias y lanzar a la ruina miles de familias. Así empezamos: con unos cientos siguiendo al cura Hidalgo armados de palos, pero con mucha capacidad destructiva, y así seguimos porque hicimos héroes a quienes mostraron, con su fácil derrota, que no tenían con ellos al país. Celebramos la derrota y rechazamos el triunfo.

Comunicación: lgonzalez@milenio.com

 
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El Sexódromo

Verónica Maza Bustamante

Vamos todos a jugar manitas calientes

Por lo regular, cuando se habla de masturbación todos piensan en esa práctica que se realiza en privado para darle gusto al cuerpo, salida a los deseos o simple descanso al alma. Esos juegos de manos que se realizan en solitario, agazapados bajo las cobijas, encerrados en el baño, enfrente de la televisión, a un lado de la computadora, en la sala, en la oficina, cual si fuera Vitacilina.

Sin embargo, esta práctica también se puede realizar en pareja, llegando a brindar momentos de solaz a aquellos que han traspasado la barrera del pudor, que han entendido que se trata de un acto de amor y han permitido que la mano amiga —tradición que obliga— se dirija al cuerpo propio y al ajeno, como si se tratara de un pulpo hambriento en busca de un poco de alimento.

Esto ayuda no sólo a entrar en una dinámica de complicidad con la pareja, sino también a que ésta entienda lo que nos gusta, la velocidad, la intensidad, la fuerza con que nos prendemos, la forma en que se colocan las manos, las diversas fases por las que se pasa, el aspecto de los genitales en plena excitación y muchas cosas más.

Resulta tan interesante ver cómo se masturba el compañero o compañera que se antoja, literalmente, echarle una manita al momento de la faena. Para ello, lo ideal es primero presenciar el show y después ser participantes.

De acuerdo con el libro Sexo. Teoría y práctica, publicado por la editorial Brandt & Sinclair, cuando nos volvemos observadores lo más importante es fijarnos en ciertas cosas. En el caso de que sea el caballero quien se va a masturbar en presencia de su dama, ella deberá analizar la posición exacta de su mano y de los dedos sobre el pene, la presión que ejercen sobre éste, la velocidad del movimiento (así como la manera en que lo realiza), los cambios que manifiesta tanto el pene como el escroto y los testículos, la respiración, la expresión facial, la contracción muscular. Cuando vaya a llegar al orgasmo, es interesante fijarse en si aumenta o disminuye la rapidez con que mueve la mano, la cantidad y la fuerza con que eyacula y el punto en que detiene todo movimiento.

Si se va a observar a la compañera, entonces habrá que ver la posición del cuerpo y de las piernas, donde pone los dedos (si se estimula el clítoris o los labios vaginales), el tipo, la frecuencia, la fuerza del movimiento en cada fase de excitación. Algunas chicas introducen sus dedos en la vagina y otras no, dato que será importante ver, también si hace pausas o se sigue de corridito. Como en el caso de ellos, es interesante contemplar los cambios del rostro, de los senos, de la vulva, el clítoris y la piel; si emite ruidos, gritos o gemidos y lo que hace en el momento en que llega al clímax.

Luego de ver este numerito, será posible que se intercambien los papeles y ambos se pierdan en un viaje marítimo en donde ella se sujete del mástil mientras él busca el tesoro de la conchita perdida. Obviamente, sabremos cómo hacerlo, pero siempre es de gran ayuda que el capitán de la embarcación dé indicaciones al marinero, le cambie la ruta, le diga si debe bajar o subir a la cubierta, detener el viaje o si están a punto de hundirse debido a una intensa inundación que dejará todo húmedo y agitado.

Es lógico que las primeras veces tanto ellas como ellos se pasen de pronto de velocidad y causen rozaduras, o que no sepan qué hacer. Hay que ser pacientes, pues se trata de que la experiencia sea divertida, excitante, enriquecedora.

A algunos caballeros les prende eyacular sobre la piel de sus parejas. Mojar los senos, el estómago, el derrière de sus corazoncitos de melón. Para conseguirlo es necesario que reciban un poco de ayuda de su manopla, pues cuando sientan que ha llegado el momento de la muerte chiquita será necesario liberar el pene y manipularlo un poquito.

La chiquitita (o chiquitito, según sea la orientación sexual del galán) no deberá ofenderse ni pensar que no es capaz de hacer que su compañero tenga un orgasmo, pero para ello será necesario platicarlo, aunque sea resumidito unos minutos antes de llegar al punto más alto de la meseta. En el sexo no aplica aquello de que “más vale pedir perdón que pedir permiso”, porque es común que aquel que no espera tal o cual acción se saque de onda. No olviden que las posibilidades son muchas siempre y cuando los involucrados estén de acuerdo.

Yo, con las manitas calientes (pero de tanto darle a las teclas de la computadora), me despido no sin antes enviarles un saludo cachondo a Ofelia y Óscar —padres de mi amiga Paulina—, quienes cada semana leen la columna. Un beso, pillines. Sigan aplicando lo aprendido en estas páginas.

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SOLO UN MOMENTO

 

No olvido

lo que haces por mí,

parece que sí

pero, no es así.

 

¡Te amo!,

¡Me amas!, ¡Te adoro!,

creo en ti,

¿Y tú crees en mí?.

 

Por todo esto,

sé que te tengo a ti

y tú sabes que me tienes a mí,

¿Por qué olvidarte?

 

Estas en todo,

junto a mí

y en mi pensamiento,

te llevo conmigo

y puedo decirlo.


Comunicación: bacabs_dg@yahoo.com.mx
 

 

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COLABORACIÓN

 

¿Quieres un amigo íntimo?... mejor desconecta internet

YORK, Inglaterra (Reuters) - Tener una gran red de contactos a través de internet no significa que tengas más amigos íntimos que el resto de la población, dijo el lunes un investigador británico.

Los sitios de redes sociales como Facebook y MySpace están cambiando la forma de conocerse de la gente, facilitando la acumulación de cientos de amigos y conocidos "online."

"Nuestros datos sugieren que los lazos débiles son (más comunes) pero no hay diferencia en el número de amigos íntimos que tiene la gente," dijo Will Reader, un psicólogo evolucionista de la Universidad Sheffield Hallam.

"Casi todos nuestros amigos íntimos requieren un contacto cara a cara," dijo Reader en una reunión patrocinada por la Asociación Británica para el Avance de la Ciencia.

Los investigadores se concentraron en Facebook y MySpace, dos de los sitios más populares donde millones de personas se expresan online con fotografías personales, reflexiones y otros contenidos al mismo tiempo que añaden "amigos" a su red.

En su estudio, Reader y sus colegas preguntaron la gente una serie de cuestiones sobre sus actitudes hacia la amistad y hallaron que el 90 por ciento de los encuestados dijo que era esencial conocer a la persona cara a cara para establecer lazos más fuertes.

La clave parece la interacción cara a cara, donde las personas pueden interpretar las claves sociales como la risa y sonrisa que ayudan a determinar si se puede confiar en esa persona, dijo Reader.

"Es un poco como una danza entre dos escorpiones, donde uno se pregunta si el otro me va a comer o va a dormir conmigo," añadió.

Otros estudios han demostrado que una mayoría tiene a unas 150 personas en sus redes, aunque el círculo de amigos estrechos es mucho menor, aseveró el investigador.

 

 

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