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Fox, PRI, PAN: Imprudencia e intolerancia hechos estatua.
Los políticos de este país no terminan de madurar y siguen sorprendiendo por sus innumerables caprichos que anteponen a las prioridades de este país. Esto lo comento porque el alcalde de Boca del Río, Veracruz, el panísta Francisco Gutiérrez de Velasco, tuvo la idea de inaugurar un monumento en honor del ex presidente Vicente Fox, una estatua de bronce de tres metros de altura, para agradecer el apoyo que este dio a ese municipio durante su mandato. ¡Vaya usted a saber si fue mucho o poco ese apoyo! El caso es que el señor no pudo tener peor fecha para realizar el acto que justo el pasado domingo 14 de octubre, justo cuando Fox está en el ojo del huracán, entre una gira con montones de entrevistas poco favorables y la investigación por su presunto enriquecimiento.
Pues el pasado sábado 13 de octubre, justo cuando la estatua era colocada y preparada para su inauguración, un grupo de priístas encabezados por el diputado federal Adolfo Mota Hernández llegaron al lugar; a la fuerza destaparon la estatua, le lanzaron huevo y finalmente la derrumbaron –“¡como la de Saddam Hussein!” se jactaban, como si Fox y Saddam fueran lo mismo-. Ya en el suelo, algunos entusiastas patearon la efigie y brincaron sobre ella, le escupieron. ¡Gran triunfo! Inclusive el fotógrafo de Proceso –el órgano pejeinformativo no oficial- tomo algunas placas para la portada de la próxima semana.
Aquí se juntaron dos sopas: la primera fue la imprudencia del presidente municipal de tratar de homenajear a Fox en un momento evidentemente inoportuno y la segunda, la escenita de los priístas, a los que cabe preguntarles si en este movimiento de honestidad también harán que se cambien los nombres de calles y avenidas nombradas Gustavo Díaz Ordaz o José López Portillo por ejemplo, personajes infinitamente más nefastos y perjudiciales para el país que el guanajuatense.
Ahora bien, si la agresión a la efigie hubiera sido espontánea por parte de los pobladores de la zona que se sintieran ofendidos con el acto quizás lo entendería un poco, pero siendo organizada por un partido que se apoyaron en sus agremiados, la protesta carece de total validez y se convierte en un circo de politiquería; en un vistazo más profundo, es preocupante que se aliente la agresión contra una efigie con tal rencor, porque de ahí es mínimo lo que falta para agredir a la persona a quien esa efigie representa.
El colofón lo dieron los panístas jarochos, que el domingo levantaron la dañada estatua para que finalmente, sin mano derecha, golpeada y raspada, se develara oficialmente. ¡Parece pleito de niños berrinchudos! Pues pasamos de una pena a otra gracias al comportamiento de nuestros políticos mientras el país sigue requiriendo atención en temas de mucha mayor prioridad. ¡Ni como ayudarles! ¿Para eso se les paga? ¡Con razón son felices!
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¿Quién cuida nuestros datos?
Hace poco tiempo resulté ganador de un crédito de vivienda. ¿Sabe como me enteré? Porque una constructora me llamó para felicitarme y ofrecerme sus servicios, lo que se repitió con otras compañías inmobiliarias durante las siguientes semanas y meses. ¡Que bueno que sean tan serviciales! A ellos les conviene. Pero una pregunta llenó mi mente: ¿De donde sacaron mi teléfono? Pregunté y me contestaron que de la base de datos del ISSSTE. Otra pregunta: ¿Por qué el ISSSTE permite que cualquier persona o compañía tenga acceso a mis datos personales?
Y comencé a recordar otra situación: Llamadas para ofrecerme tarjetas de crédito debido a mi excelente historial crediticio. Resulta que los bancos comparten sus bases de datos. Pregunta: ¿Con qué derecho el banco comparte mis datos con otros bancos? ¿Ellos responderán si se hace mal uso de esa información, por ejemplo, si alguien me secuestra por tener dinero -¡que no lo tengo!- o si tratan de extorsionarme telefónicamente?
Esto no es un asunto banal. Es algo por lo que alguien debe responder, porque en cualquier lado puede haber una fuga de información que pueda afectarnos de manera muy personal, y todo por tratar de hacer su negocio.
El teléfono de un domicilio particular debe ser una información restringida y de uso exclusivo para la compañía que nosotros decidamos. Si no se lo doy a cualquier persona que lo solicita aunque lo conozca, no veo la razón por la que un banco o una dependencia lo esté proporcionando libremente y sin ningún control. Hay muchas consecuencias que se podrían generar de este manejo irresponsable y a la hora de pedir cuentas ¿quién va a dar la cara?
Si quiero un servicio lo puedo solicitar, si no es así, más que agradecer la intención de servir, me preocupa la ligereza con que mis datos pueden caer en manos de cualquier persona con intenciones no claras. Ojala se tome en cuenta, porque además de todo, la insistencia de los vendedores es hartánte. Espero que se haga algo al respecto. Es necesario, ¿no cree usted? Comunicación: fj@lavisiondelciudadano.com
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Igualdad y consecuencias.
Acabo de leer un mail de un conocido escrito y periodista hablando sobre lo rudas que nos hemos vuelto las mujeres. Y no solo en el sentido laboral, ya que no hay deporte o trabajo que este vetado para nosotras, podemos ser desde albañiles hasta directoras corporativas y presidentas de cualquier país. Me puse a pensar arduamente en algo que no podamos ser y creo que lo único que me vino a la mente es en ser Papa y no me refiero al tubérculo, pero no dude que en pocos años salga el famoso humito blanco de la ilustre chimenea del Vaticano y alguien diga “Habemos Papina”, ¡que feo se lee eso y creo que se oye peor!
Así es hemos alcanzado, igualado y en muchos casos sobrepasado a los hombres, pero cual es el precio que hemos pagado, ¡porque todo tiene su precio! Veamos, parece ser que las agresiones físicas son mucho más frecuentes y es que ahora nos quejamos abiertamente y a grito pelado, exigimos, contestamos de forma soez y hasta con groserías cual vil carretonero, nos ponemos al tu por tú con el novio, esposo, galán, amante y hasta el amigo que se siente con derechos, así que el sopapo llega mas rápido y con más fuerza. O sea que ya no nos dejamos de nadie, pero igual nos acomodan nuestros cates.
La verdad sea dicha ya son pocos los hombres que son unos verdaderos y completos caballeros y a estos pocos ejemplares los tachamos de tarados, lentos, dejados y simplones y nos volvemos abusivas con ellos para luego dejarlos por blandengues. Total ¿para que nos abren la puerta del carro? si somos tan chuchas cuereras y nos podemos bajar solitas y detallitos como retirarnos la silla, dejarnos pasar primero, abrirnos la puerta, tomarnos del brazo para cruzar una calle, no tenemos tiempo de dejar que nos apapachen y nos gusta mostrarnos iguales a ellos. Y luego nos quejamos de que son unos patanes.
El peor de todos los precios que estamos pagando es que ahora los hombres se fijan en parejas de su propio sexo. ¡Niéguemelo! Digo una cosa es que los gays salieran del closet lo cual me parece extraordinario, pero de eso a que ahora muchísimos de los hombres casados, solteros, divorciados, viudos, abandonados, jóvenes y viejos tienen estas preferencias o buscan experiencias de esta índole nos alarma y nos hace pensar ¿pues a donde vamos a ir a parar? Conste que dije muchos y no la mayoría, corro el peligro de que me reclamen, pero tal vez lo hagan los que se sientan aludidos ¿verdad?
Bueno, pues una cosa es que las mujeres digamos que ya los hombres no nos son tan necesarios y que todo lo podemos hacer solas y que no necesitamos de guajes para nadar. ¡Pero permítame y perdóneme! habemos mujeres a las que todavía nos encantan los hombres-“hombres” (no dije machos) dije “hombres” en toda la extensión de la palabra, atentos, dulces, cariñosos que tengan su carácter bien plantado, que tengan detalles y tomen decisiones, que cuando digan no, es no, aunque luego los convenza uno de que “si”. A quien no le gusta que su pareja le diga, “te voy a llevar a cenar a tal lugar porque quiero que lo experimentes” Te voy a invitar a ir a este bar, a mi me encanta” “Quiero que veamos esta película juntos”, “Arréglate porque hoy te llevare a……”. Si, ya se, que es bueno que uno pida o sugiera que quiere hacer esto o aquello, pero también es lindo que ellos tomen la iniciativa y las decisiones y hacernos sentir seguras. Pero déjeme que le cuente que corremos el riesgo de quedarnos sin estos valiosos ejemplares del sexo opuesto pues si seguimos sintiéndonos Magnolias de Acero (como nos llamo este connotado periodista) aunque entre nosotras sabemos que ¡si lo somos! Al rato no va a ver jardinero que quiera regarnos y nos iremos marchitando, por muy magnolias o alcatraces que seamos.
Creo que las mujeres debemos empezar a negociar a conciliar y a actuar de manera todavía mas inteligente de lo que ya somos. A ellos les gusta sentir que mandan ¡pues que manden! Nosotras sabemos quién lleva los pantalones en casa y en la relación ¿o no? A nuestro hombre le gusta sentir que es el ser mas importante en nuestra vida ¿Qué nos cuesta hacerle creer que así es? Aunque tengamos nuestras prioridades, total, ¿quién se lo va a decir? ¿Usted que opina mi querido lector?
comunicación: susy@lavisiondelciudadano.com
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Castigar la educación religiosa infantil No sólo es el padre Maciel ni los curas pederastas cambiados de parroquia para ocultar el abuso de niños y seminaristas. No, no, no... son todos los curas de las tres religiones monoteístas, judíos, cristianos y musulmanes, quienes han traído al mundo la vergüenza del cuerpo, la repugnancia por el sexo (salvo en la sacristía) y la creencia en un Ser pleno de ira, venganza, mandatos, injustas predilecciones y megalomanía; un Poder Infinito que pone pruebas cuyo resultado conoce por anticipado y aplica la sevicia de torturas eternas, sin Comisión de Derechos Humanos, el llamado Jehová, Dios, God, Alá. ¿Hasta cuándo nos libraremos de sus voceros?Todo abuso contra niños debe ser castigado. En cuanto se dice lo anterior vienen a la imaginación escenas de sexo forzado. Pero hay algo mucho más dañino porque es no sólo aceptable socialmente, sino aplaudido. Y es la enseñanza religiosa antes de la edad de la razón, los 16 años. Si ponemos ese límite para considerar a los jóvenes capaces de aceptar voluntariamente una relación sexual, ¿por qué los obligamos a recibir educación religiosa antes de que siquiera sepan hablar bien? Y no vayamos lejos: a países remotos donde se impide todo placer sexual a las mujeres cercenándoles el clítoris en la infancia. No busquemos ejemplos en los talibanes y sus mujeres envueltas como lechugas de la cabeza a los pies. Pensemos en nosotros y en los terrores que la religión produce en muchos niños, en las lesiones psicológicas dejadas por un aprendizaje espeluznante que pinta un dios pícaro que mete zancadilla para vernos caer y luego, a diferencia del pícaro, que sólo se ríe de nosotros, nos manda al fuego eterno, siendo que no le pedimos ni la vida ni las pruebas. Es el dios de católicos, protestantes, testigos de Jehová y cuanto hongo crece a esa sombra. Es el Creador cuya sublime maldad nos hizo de tal forma que debemos comernos unos a otros para sobrevivir: el conejo mata verduras, el lobo, conejos. Una avispa paraliza orugas para dar alimento vivo a sus larvas que devoran por dentro la oruga. ¿Bondad del Creador? Toda educación religiosa en la infancia es un abuso. Nada, ni la participación en redes de pornografía infantil, produce más severos y permanentes daños que aterrar a los niños con imágenes de un Ser que exige sufrimientos y sacrificios, condena a la humanidad a padecer en esta vida y más en la eterna por el pecado de desobediencia más bobo imaginable: una mordida a lo que había prohibido y, como buen Hijo de puta, hace pasar la pena de padres a hijos y a nietos por los siglos de los siglos... hasta que no lo calma sino la sangre ¡de su propio hijo!; rechaza a Caín porque le quema borregos menos apetecibles que los frutos de Abel; exige que Abraham lance al desierto a la esclava que le había dado un hijo porque ahora ya tiene otro, nacido de su legítima esposa. La Humanidad, como el universo entero, estaba inmensamente feliz en el seno de la Nada, cuando llegó este Ocurrente a decirnos que nos iba a dar existencia para que viéramos su grandeza (ah, el gran Megalomaníaco) y tuviéramos felicidad a su lado si obedecíamos o eterno horror si nos descarriábamos. Usted... ¿aceptaría un boleto semejante ofrecido gratis en la calle por un desconocido? El muy Canalla ahogó en un Diluvio Universal no sólo a niños inocentes, sino miles de animales y plantas que no tienen ni concepto de bien y de mal. Se cuidó de salvar una pareja de cada especie... aunque nunca nos explica esa infantil narración cómo hizo Noé para llegar a Australia y conseguir sus canguros, cómo llegó al Polo Norte por osos polares y al corazón de la Amazonia por sus boas constrictor. ¿Y por qué razón los peces, las almejas y otros seres marinos se salvaron del castigo? Historia ridícula escrita por pastores imaginativos. Con citas de la Biblia los judíos apedreaban a muerte a la mujer encontrada en adulterio (pero no al hombre), y con citas de la Biblia los nazis llevaron a los hornos a seis millones de judíos, homosexuales y gitanos. Los esclavistas sureños en Estados Unidos probaban con la Biblia que Dios había hecho a los negros para servir a los blancos. Y así seguiremos mientras no evitemos el nudo que nos atan en la infancia. Por eso las diversas iglesias nos quieren imponer la educación religiosa desde los primeros grados: saben que después, cuando la persona ya piensa, es demasiado tarde: la clientela no llega. Comunicación: lgonzalez@milenio.com
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Estrictamente personal Mendiga de lujo Durante años, la señora Marta Sahagún presionó a empresarios para que aportaran recursos a Vamos México, algunos de los cuales, se empieza a conocer, terminaron en sus bolsillos Por la parte más frágil se deshoja siempre la margarita. Luis Miguel Moreno, propietario de CMM Consultores, le reveló al reportero Alberto Aguirre, de EL UNIVERSAL, que el jeep rojo todo terreno con el cual ha aparecido Vicente Fox en varias fotografías no fue producto del esfuerzo del ex presidente, sino, muy probablemente, del de su esposa, Marta Sahagún. Moreno contó que en 2001 logró un contrato con la Fundación Vamos México para comercializar 5 millones de boletos tipo “ráscale”, y que conforme iban aumentando sus pedidos igual se incrementaban las solicitudes extraordinarias de la ex primera dama. Como por ejemplo, cuando en 2002, para celebrar el Informe presidencial, le pidió un jeep como el que usaba el presidente George W. Bush en su rancho en Texas. El 1 de septiembre de ese año, con una factura a nombre de otra persona, lo entregó en Los Pinos. La revelación de Moreno es tremendamente significativa, pues por primera vez pone al descubierto el modus operandi que empleó la ex primera dama durante el arrogante reinado que presidió en Los Pinos. Mendiga de lujo, la señora Sahagún ejerció una permanente presión sobre la clase empresarial y en los círculos de poder político para allegarse bienes, conseguir recursos y obtener protección para su familia, sin pensar que, quizá en el futuro, le empezarían a cobrar las facturas. Moreno abre esa puerta, que es profunda y a veces parece interminable. Marta Sahagún era terriblemente encajosa. Una de las perlas más significativas se dio en octubre de 2001, cuando para el lanzamiento de Vamos México organizó en el Castillo de Chapultepec un concierto con Elton John. No fue una función filantrópica, sino bajo el esquema de recaudación de fondos. Pero tampoco fue voluntaria, sino forzosa. La señora se dedicó a hablar a empresarios de todo tipo para presionarlos a que le compraran mesas de 10 lugares, a 10 mil dólares el cubierto, como su contribución a tan noble tarea. Muchos empresarios, aunque refunfuñando, compraron mesas completas. Marta Sahagún también era atrabancadamente encajosa. Trepadora social, no había tenido realmente una oportunidad para encontrarse en el lugar adecuado. En Celaya, donde vivía con su familia antes de involucrarse con Fox, alternaba la venta de quesos en las esquinas con la atención a su botica veterinaria. Su vestuario, del que tanto se habla, era muy modesto en aquellos años, e incluso en los que fungió como responsable de comunicación social del entonces gobernador de Guanajuato, su futuro esposo Vicente. Cuando ganó la elección y era presidente electo, su ex amigo y cerebro financiero de Amigos de Fox, Lino Korrodi, le daba dinero para que se comprara mejores ropitas y zapatos. Pedir nunca se le quitó. Con el paso del tiempo llegó a pedir —y le dieron— ropa fina que llegó a ver en las casas de algunas amistades coyunturales que adquirió como primera dama. Este hábito, narrado por algunas damas de la más alta sociedad que la padecieron y la despreciaban en su fuero interno, fue desapareciendo. Marta Sahagún fue acumulando bienes comprados con dinero que no tiene huellas aparentes. La ropa, paradójicamente, la desnuda. Hay propietarias de boutiques en la aspiracionista avenida Mazaryk en la ciudad de México que recuerdan cómo llegaba, regularmente con sus escoltas, a vaciar los estantes de Escada, Prada y Channel. Sus vestidos más baratos costaban 15 mil pesos, y en la remodelación de Los Pinos, cuando Fox decidió construir dos “cabañas”, su recámara estaba tan atiborrada de ropa que los anaqueles para colgarla empezaban prácticamente al pie de la cama. La nueva rica también era miserable en el alma. No tuvo reparo en golpear sistemáticamente a las hijas adoptivas de su esposo Vicente, a quienes les cerró la cartera. Peleó contra la mayor, Ana Cristina, quien jugó siempre del lado de su madre adoptiva, Lilián de la Concha. No pudo con la señora de Los Pinos. Fox decidió cancelar de una vez por todas las disputas palaciegas de la familia, y mandó una larga temporada a Ana Cristina, a la segunda hija, Paulina, y a su madre, Lilián, a Europa. Se fueron a Florencia, Italia, pero no fueron mantenidas por Fox. Quien se hizo cargo de ellas fue el empresario tapatío y accionista mayoritario del Grupo Fertinal —que emprendió con éxito una larga demanda contra ING—, Fabio Covarrubias, quien sufragó todos sus gastos hasta que las jóvenes se mudaron a Madrid a estudiar. En la capital española el ex presidente volvió a hacerse cargo de sus hijas, pero de manera muy limitada. Les enviaba a las dos menos de mil 500 dólares al mes —una cifra nada cómoda para vivir—, con lo cual podían pagar un piso modesto en el barrio universitario y moverse en transporte público. Nada que ver con otros familiares de ex presidentes que vivieron en el exterior. Pero las carencias de unas eran las bonanzas de otros, los hijos de la señora, los Bribiesca Sahagún. Para ellos Los Pinos y los privilegios. Y los aviones del Estado Mayor Presidencial puestos a su disposición para lo que se les ocurriera. La señora no tenía límites. Ella misma había pedido a dos empresarios, un textilero y otro propietario de medios de comunicación, que introdujeran a su primogénito Manuel en el mundo de los negocios. Así fue. El joven Manuel voló rápido. Se metió a la construcción y en negocios aún no terminados de discernir, en los que las presiones directas de la ex primera dama hacia el ex director de Aduanas, José Guzmán Montalvo, facilitaban las cosas. No se han podido probar actividades ilícitas de ambos, pero cuando la periodista argentina Olga Wornat publicó su libro La Jefa, donde recopilaba algunas de las imputaciones de presunta corrupción de los hijos de la señora, hubo otros medios que decidieron seguir el tema. Ahí volvió a mostrar su mano implacable. Cuando el dueño de una importante publicación envió a varios reporteros a León a investigar a sus hijos, le habló para canjearle la protección a su hijo Manuel por ayudarle a resolver un problema judicial del primogénito del periodista. Así se hizo. La colusión y las componendas que existieron han impedido profundizar en la investigación sobre la (ex) familia presidencial. Pero las revelaciones de Moreno abren nuevas formas de analizar el presunto enriquecimiento del ex presidente y de su avorazada Dulcinea. No es un trabajo arqueológico, pero sí metódico. El trabajo de Aguirre abre el cascarón de resentimiento de un empresario que, se puede decir, fue cuando menos chantajeado por la señora Sahagún, quien le pidió pago en especie a cambio de contratos para Vamos México. Moreno no es la excepción, y puede ser el principio del fin del deshoje de la margarita. Es la historia que siempre se ha esbozado en la Fundación Vamos México, parapeto de los abusos y excesos de una señora a la que hay que ponerle un hasta aquí. rriva@eluniversal.com.mx r_rivapalacio@yahoo.com
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TIEMPO TAN DISTANTE
Me angustia, el saber que te alejas, que me dejas ¡Qué ironía!.
Casi hermano y permites burlas más que amigo y té indignas.
Colecciono los recuerdos y alegrando mis tormentos, escuchas paciente cualquiera de mis sufrimientos.
No logro comprender es inalcanzable, es que no puedo pretender, el por qué inalcanzable.
Mi orgullo es tan fuerte y el tuyo tan infraguable.
Tú me lastimaste, y yo me siento culpable, no sé, qué sentiste pero, si sé que es improbable.
Tiempo tan distante, tan inañorable, tan des controlable y tan detestable.
Las miradas se cruzan y son rechazadas, los murmullos sé alianzan sin ser reprochados.
Quisiera hablarte pero, no esta en mí, el corroborarte es tan cierto, que depende de ti.
Escucho consejos y añoro perpleja tú cándido consueloen mi interior añejo.¡Tiempo tan distante!¿Qué tan distante es el tiempo?,¡No hay respuestas!¿Qué respuestas tan inciertas?.Distante es la disculpaque el tiempo dejará,transladarte con la culpaque tan sola me dejará.
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Fox, Madrazo, usted y yo ¿A quién
queremos engañar con eso de que los mexicanos estamos profundamente
impactados porque Roberto Madrazo dizque hizo trampa mientras corría un
maratón en Alemania? www.alvarocueva.com
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