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Septiembre 5 de 2007 |
PRESENTA ESTA SEMANA: Las Catorce Maravillas del Mundo |
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En sus propias palabras.
“No puedo aceptar recibir un documento de quien proviene de un proceso electoral legalmente concluido, pero cuestionado en su legitimidad por millones de mexicanos”. Ruth Zavaleta, presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados. Respetable posición de apego a sus principios. Lo que no es respetable es ser parte de una estructura de gobierno –la incluye- que por lógica, proviene del mismo proceso electoral que ella define como cuestionado en su legitimidad. Menos respetable es que aceptando ocupar una posición importante en el Poder Legislativo, anteponga sus principios a sus obligaciones; se debe entender entonces que no cumplirá ninguna de estas obligaciones que implique estar en contacto con Felipe Calderón, a pesar de lo cual si cobrará su paga completa, paga que proviene del gobierno ilegitimo. ¡Está suave! Para acabarla, continuó sentada mientras se entonaba el Himno Nacional.
“Calderón vive en un mundo de ficción”. AMLO. Candidato derrotado en 2006. Cierto. ¡Hasta cree que es el Presidente de México, ¿verdad?
“No confío en nada en el procurador del gobierno de facto, pero es la instancia a la que hay que acudir.” Gerardo Fernández Noroña. Curioso que uno de los más firmes opositores al gobierno usurpador, cuando recibe una supuesta amenaza de muerte, recurre a la PGR del gobierno espurio y no al procurador legítimo del peje gobierno que tanto defiende.
“…a nadie que atente contra la voluntad popular como lo hace Felipe Calderón (…) debe permitirse que hipócritamente salga al balcón presidencial a dar el grito, pues eso le corresponde a presidentes legítimos como Benito Juárez, Francisco I. Madero, Lázaro Cárdenas o Andrés Manuel López Obrador”. Jesusa Rodríguez. Actriz y presidenta legítima del club de fans de AMLO. ¡Qué comparativo! ¡Y aparentemente lo dijo en serio!
¡El mundo del revés! Bien dicen: el pez por su boca muere.
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Presidencialismo, censura y banalidades ¡Presentes!
Fueron tres semanas perdidas. Tres semanas en las que los legisladores simplemente dejaron toda lo concerniente a las reformas que el país requiere para concentrarse en el primer informe de gobierno de Felipe Calderón.
Así se discutió si el Presidente subiría a tribuna y leía su mensaje, si lo hacía en un salón diferente al salón de sesiones, si no se le permitiría entrar, si se le interpelaría o se le permitiría siquiera subir a la tribuna, si la presidenta de la mesa, Ruth Zavaleta recibiría el documento o si le llamaría Presidente (¡!) o sea, tres semanas discutiendo puras banalidades. Finalmente los legisladores perredistas salieron del salón previa entrada del Presidente –incluyendo a Zavaleta-, Calderón entrego en tribuna su informe al Vicepresidente de la Cámara…, dio un breve mensaje y se fue. Tres semanas perdidas para este acto de menos de 5 minutos.
Pero Calderón no se iba a quedar así, así que al día siguiente organizó su propia fiesta en Palacio Nacional para leer el mensaje que un día antes, por acuerdo previo, no pudo leer en San Lázaro. Ante una audiencia cómoda, sin la presencia de la oposición que se autoexilio, el acto se realizó al mejor estilo de los tiempos priístas que se supone que estaban en proceso de extinción. Durante la lectura, Calderón fue interrumpido 25 veces por una carretada de aplausos que hasta parecían dirigida por alguien. Un evento nefasto gracias a las dos partes, oposición y gobierno. Lo que pudo ser un acto en el que el Presidente leyera el mensaje y debatiera con los legisladores en cadena nacional terminó siendo una fiesta al mejor estilo de un Echeverría, un López Portillo o un Salinas.
La nota más grave de esos dos día la dio Cepropie, la productora de programas especiales de la Presidencia, quien censuró el mensaje que Ruth Zavaleta, la perredísta que funge como Presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados , dio para justificar su salida y la de sus compañeros del salón de plenos sacando del aire la señal de la transmisión el 1 de septiembre. De pronto Zavaleta estaba, de pronto se va la señal y al volver, entra Felipe Calderón y entrega al Vicepresidente, con el lugar de Zavaleta vacío sin mayor explicación.
Arguyendo primero una falla técnica –excesivamente oportuna y precisa en tiempo-, es más que obvio que alguien ejerció una abierta censura. ¿Fue solo el ya despedido Director de Cepropie? Difícil de creer. ¿El Secretario de Gobernación estaba enterado e inclusive pudo dar la orden? Si es así, es sumamente preocupante. ¿El Presidente Calderón sabía de este plan? Es de dudarse, porque esto se convierte en una piedra para la aprobación de las reformas que ha propuesto. Sea como fuere, no debe se debe permitir que los legisladores se dediquen, con ese sueldazo, a discutir tonteras y el gobierno a auto festejarse y a cancelar la libertad de expresión. Eso si sería un retroceso.
¿Ahora si se pondrán a trabajar nuestros legisladores? ¡No creo! ¡Ahora hay que discutir el asunto del grito! ¡Me lleva!
Comunicación: fj@lavisiondelciudadano.com
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Mis amadas mascotas. (segunda y última parte)
Se que no a todas las personas les gustan las mascotas y que hay gente que prefiere mas a los gatos que a los perros o viceversa. Un pez puede ser buena Un día de los muchos en los que mi esposo como de costumbre se levantaba a correr, se llevó a Tábata, ya no era necesario que le pusiera correa, pues iba junto a él. Yo estaba medio adormilada cuando me dijo “me llevo a Tábata a correr”, como a la media hora abrí los ojos y estaba parado mirándome. ¿Que pasó? Le pregunté alarmada y presintiendo algo malo. Tábata, me dijo la atropellaron, ¿Qué? Me levante de un salto. ¿Y como está? ¿Qué tiene?, bajó la vista y me dijo ¡esta muerta! Iban corriendo por una avenida grande cuando de un lugar salieron tres perros grandes que le ladraron, ella se asustó y se atravesó la avenida, alcanzó a llegar a camellón y mi esposo hacía intentos desesperados para que no se volviera a cruzar y él mismo exponiéndose, quería pasarse, pero los autos no se lo permitían. Como era de esperarse, Tábata intentó regresar y justo en ese momento un auto la golpeo fuertemente en la cabeza y la desnuco, “fue instantáneo”. ¡Llévame donde esta, le dije, llévame! Me bajé del auto y me atravesé corriendo para abrazar a mi adorada Tábata que estaba ahí tirada, como si estuviera dormida, la abracé y al levantarla su cabeza se ladeó completamente, tenía el cuello roto, empecé a llorar desesperadamente tratando de revivirla de algún modo, ahí me quedé un rato sentada llorando, mientras mi esposo me veía y lloraba. Me levanté y la cargué para subirla al auto, la traje a casa y mientras él hacía un hoyo profundo en el jardín, yo seguía llorando. Es extraño, muchos pensarán que fue exagerada mi forma de actuar, pero mi dolor era genuino y no podía evitarlo, aún hoy a la fecha, incluso en este momento, al recordarla y escribir esto, mis lagrimas ruedan recordando a mi fiel compañera. Mucho tiempo no pude ni siquiera hablar de ella porque empezaba a llorar. Mi padre me dijo que debía calmarme porque me iba a enfermar, así me dolía. En ese entonces, mi jefe, un hombretón enorme, con tipo de guarura, carita de niño y ojos azules como el cielo me dijo: No se preocupe Susy, mi hermano trabaja en Cuernavaca, en la casa de un político prominente y tienen perros pastor alemán, la hembra esta a punto de parir y ya le dije: ¡Mirá cab….!, yo no sé como le haces, pero a mi me traes un perro de esa camada, no me importa si lo compras o te lo robas, pero me lo traes para mi secretaria, y quiero macho. Pobre hombre, en menuda bronca lo metieron por mi culpa pues exactamente al mes y medio de que muriera Tábata, este ángel gigantesco se fue con otro querido amigo hasta Cuernavaca y de regreso, Pastor (que así se llama mi segundo amigo ¿coincidencia?) envolvió a la perrita en su chamarra para que llegara calientita (si, era perrita) y me la trajeron hasta Metepec, la chamarra de mi segundo ángel llego hecha un desastre pues la pobre perrita se mareo en el camino. Cuando llegaron, todos esperaban mi reacción y así me entregaron de mes y medio a “Sabrina”, la abracé, la acuné y les di las gracias a mis dos Ángeles. No era tan estilizada ni tan fina como Tábata, pero la educamos igual, era un bellísimo ejemplar de Pastor Alemán, de complexión fuerte, mas grande que su antecesora e inteligente como ninguna. Limpia, obediente, juguetona y celosa de sus afectos. Amaba por sobre todas las cosas a mi hija y repartía sus afectos entre los cuatro miembros de la familia. Cuando Sabrina tenía como 6 años, me visitó una amiga que se maravilló de lo educada, tranquila, limpia que era mi perra, además de excelente guardiana y me platicó de Shagy, el perro que tenía su hija y que era muy parecido a la mía, pero él ya era un perro como de 8 ó 9 años. Como a la semana me habló y me dijo: Fíjate que ya va a nacer el bebé de mi hija y su marido le dijo que el perro se tenía que ir, pues vivían en un departamento. Su hija estaba desconsolada y le platico de mi Sabrina: “Por favor mami, dile a Susy que acepte a Shagy en su casa, solo unos meses en cuanto nazca el bebé y nos cambiemos de casa me lo traigo”. Mi amiga me llamó y me pidió que por favor lo aceptara. ¡Un perro adulto, Sabrina celosa de sus espacios, no sé, no me convencía para nada el asunto! Pero ¿como dejarlo as?. Obviamente, acepté y el siguiente fin de semana me llevaron al ejemplar, enorme, de pelo negro con dorado oscuro, orejas en punta y con una cara de bueno. Después de dos o tres agarrones, se volvieron pareja inseparable, si Shagy se salía solo a caminar y se me iba, le decía a Sabrina, búscalo y tráelo, y ella salía y lo traía mordiéndole las patas y las orejas y el pobre como marido oprimido se dejaba llevar. No está por demás decirles que se adaptó perfectamente a nosotros y nosotros a él, nunca regresaron por él, se quedó 5 años. Era más educado que Sabrina, las dos camadas que tuvieron fueron impresionantes, la primera de 11 y la segunda de 12 cachorros, la Noche de la las Narices Frías era una broma cuando la madraza que era Sabrina salía con todos sus cachorros a pasear. Algunos los vendí y otros los regalé, me importaba más que estuvieran bien tratados y no en una azotea, así que las personas que los querían eran cuidadosamente escogidas. Primero murió Shagy, de viejito y con problemas de riñón y apenas el año pasado murió mi adorada Sabrina. Ahora si, dije no quiero perros, no quiero volver a sufrir. Greta llegó a los cinco meses y por una amiga que me dijo: ¿Qué crees? ¡Ya te tengo una perra!, esta hermosa, ¡no, no quiero! Por favor, mira pobrecita, la encontré en el lote baldío frente a mi casa, la cruzaron antes de tiempo, le quitaron sus crías la echaron a la calle y esta ahí solita, mojándose y con frío, ya le lanzaron un ladrillazo y le lastimaron una pata, la llevé al veterinario, se quedó internada tres días, ya le cortaron la cola y la esterilizaron. Pero es bien cariñosa, yo no puedo quedármela, ya tengo tres perras y no quiero echarla a la calle. ¿Qué raza es?, pregunté: Mi amiga titubeó, es una Rotweiler, ¿Queeeee? Dije yo, ni loca, no me gustan esos perros, no para nada. ¡olvídalo! Por favor me pidió, ven a verla. Okay voy a ir a verla pero se la voy a dar a la señora que me hace el aseo en casa. No me quedo con ella, eso júralo. Me fui un jueves, tuve que manejar hora y media para llegar. Cuando vi a esa pobre perrita, flaca, recién operada y temerosa de todo, me enterneció pero mi decisión era firme. Le pusimos un trapo en el asiento trasero y me dispuse a regresar con ella. Tardé tres horas en llegar a casa, por los embotellamientos y marchas. Ella iba atrás, acostada, se dormía, se despertaba, se asomaba y se volvía a dormir. Cuando llegamos a casa le puse su cobija en un rincón de la sala y le dije: Ahí te duermes, le decían “Culpa”, porque nadie la quería. Culpa, no vayas a hacer adentro, la saque a hacer sus necesidades y nos subimos a dormir. Al otro día le abrí la puerta y salió dócilmente a hacer lo que tenía que hacer. Había que curarla y darle la medicina. ¡Ay Dios! Mi hija me ayudó, la acostamos y nos preparamos para lo que fuera, sorpresivamente se acostó y se dejó poner el yodo perfectamente bien en panza y colita. Ahora había que darle la pastilla de antibiótico, la puse en un pedazo de salchicha y se la di, se la comió de inmediato. La habían maltratado muchísimo, todo le daba miedo, si le servía de comer, no se acercaba al plato, me miraba y solo hasta que se lo indicaba se acercaba, pero volteaba constantemente con miedo a recibir un golpe, no ladraba, pensé que era muda, hasta el quinto día ladro una vez, “no era muda”, solo le daba miedo ladrar. Un ruido fuerte, un grito, la escoba, movimientos bruscos, todo era motivo de miedo. Aún ahora no soporta los ruidos fuertes. Es limpia, obediente e inteligente, el cuadro se volvía a repetir. Si, lo admito, me quedé con ella. Va conmigo a todas partes, me acompaña a la cocina, me espera en mi cuarto cuando me ducho, en las mañanas trota como caballito mostrándome su correa para salir a caminar, su pelaje es negro brillante, sus ojos chiquitos y redondos pero tiernos y se ha vuelto mi compañera inseparable, su nombre lo soñé al segundo día que llegó a casa. Estas han sido y son Mis Queridas Mascotas. ¡Que le parece! comunicación: susy@lavisiondelciudadano.com
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Tecos y yunques del PRD No hay diferencia: los extremos políticos creen justificado imponer sus convicciones. Unos rechazan las minifaldas; otros, al Presidente. Ninguno se apoya en más ley que en la de su palabra y su poder, poco o mucho. En lo esencial son idénticos.Según números de Ciro Gómez Leyva en días pasados, una abrumadora mayoría de diputados y senadores, 84 por ciento, incluida buena parte del PRD, deseaba llevar adelante la ceremonia del Informe Presidencial sin gritos ni sombrerazos. Sólo 16 por ciento exigía humillar al Presidente. Y según el sentido común, la inmensa mayoría de mujeres y hombres creen tener derecho a vestir y arreglarse de acuerdo a las variables modas. Sólo un funcionario quiso imponer las normas que hace 35 años imperan en la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG). Los secuaces de Bejarano en el PRD y el director de Fomento Deportivo de Guadalajara tienen la plena convicción de que el poder es para imponer las manías y obsesiones propias. Unos no quieren ver a Felipe Calderón, presidente constitucional de México por decisión de los electores y de las instituciones encargadas de revisar la elección. Otros no quiere ver minifaldas, tatuajes, pelo largo ni pantalones vaqueros. Las fotos del director deportivo lo muestran con pelo largo, a mi juicio un greñero. No habría pasado la revisión de la vigilancia en la UAG, lo cual no hace sino comprobar el insidioso trasminado de las malas costumbres hasta en los tecos más puros (tecos, de tecolote, ave rapaz nocturna, se llama a la organización secreta y abiertamente pronazi que dirige la UAG). Hacia 1973, esa universidad mostraba carteles semejantes a los que impuso el director deportivo en sus oficinas: para los hombres se indicaba el máximo largo de la patilla y del bigote, la prohibición de barba, que el pelo no debía tocar el cuello de la camisa, o la campana del pantalón exceder tantos centímetros, etcétera. Otro, con silueta de mujer, indicaba el largo necesario de la falda y otros detalles. La idea, pues, ya es vieja y no viene del PAN, sino de los tecos que aún lloran en la UAG la muerte de Hitler y la desgracia que eso trajo al mundo. Lo dicen en serio. Pero las habas del autoritarismo arbitrario se cuecen en todas partes: una estación radiofónica dio noticia de que en el estado de Louisiana, en los muy liberales Estados Unidos, se ha prohibido que los jóvenes lleven el pantalón a la cadera, mostrando (¡qué horror!) el resortito del calzón. La multa es de 600 dólares o cárcel. A la misma prohibición está por sumarse la ciudad de Atlanta. Es digno de Freud el estudio de quienes resultan turbados por la vista de un resortito con la divisa Calvin Klein, entre otros yo, así como me fascinan los pantalones que dejan las pantorrillas desnudas, a la Mozart, pero sin medias blancas. Esa libertad la ganamos para esta generación quienes nos partimos la madre (y nos la partieron) por llevar el pelo apenas tan largo como hoy se lo deja el censor que dirige Fomento Deportivo. El greñero que se le ve habría sido causal de expulsión en su universidad. En fin, admiradores de Hitler o de Stalin, que superó al primero en millones de muertos y aún vemos en los mítines amlianos del Zócalo; veneradores de Castro que justifican la persecución de la disidencia allá, y “venereadores” del gorilón Hugo Chávez, a quien ponen ojitos de borrega a medio morir, son idénticos: unos y otros se arrogan la autoridad moral de abrogar nuestros derechos (... quedó bien el empleo de arrogar y abrogar, ¿verdad?) para imponer sus fobias. Las autoridades panistas resolvieron bien la torpeza del empleado menor: que las bonitas usen minifalda y las demás lo piensen dos veces, dijo el gobernador Emilio González. “Yo soy parte (de la junta que gobierna Fomento Deportivo) y no recuerdo haber tocado el tema”, dijo el alcalde, Alfonso Petersen. Pero dije mal: no son iguales yunquistas y bejaranos. Los carteles ya desaparecieron: bastaron unos días de campaña y el asunto abortó. Prueba de que la derecha conserva un mínimo de sensibilidad a la crítica y aún hace contacto con la realidad. Pero la corriente de Bejarano en el PRD sigue siendo, como su nombre lo indica, a pain in the ass para su partido en pleno derrumbe, para el Congreso y para el país. Lo cual prueba algo ya sabido: que es peor creerse el elegido del pueblo, que el elegido de Dios: estos tienen dudas humanas; los primeros, jamás. Comunicación: lgonzalez@milenio.com
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Cubículo estratégico Carlos Mota Calderón, a punto de deslegitimarse Resulta imposible creer que el presidente Calderón no haya medido los riesgos en los que están incurriendo él y su partido a la hora de haber consensuado la salida de los consejeros del IFE. En el afán de obtener su reforma fiscal, el Presidente destrozará su propia legitimidad, ese concepto que le arrebató el PRD y que su gobierno intentaba solidificar. En un artículo transitorio está todo. La salida de Luis Carlos Ugalde y los consejeros del IFE —moneda de cambio con la que el PRI impondrá en el futuro a los suyos en el Consejo General—, ha brillado ya en los ojos del Ejecutivo. Calderón desea aprobados su CETU y su ICI, y en su estilo instrumental ha decidido que las cabezas que rodarían son un costo menor ante el triunfo que el Congreso le daría al catapultarlo como constructor de la reforma fiscal. Y como Calderón manda, los demás escuchan. Incluido su secretario de Gobernación, Ramírez Acuña, que tendría que alertarle sobre la cadena de eventos que desataría la remoción de los ciudadanos consejeros. Lo que el equipo del Presidente aparentemente ignora es la concatenación de futuros reclamos que vendrán luego de la sorpresiva reforma electoral que se negocia. Echados los consejeros, el PRD irá por el Tribunal Electoral, resucitará su petición para revisar el proceso electoral de 2006, y erosionará tanto la credibilidad ciudadana en esa elección, que una proporción mayúscula del electorado terminará por creer que hubo fraude. Y entonces sí, el presidente legítimo se legitimará. Las omisiones del Presidente para defender la autonomía de las instituciones le hacen ver menos estadista de lo que nos imaginábamos. Si un CETU vale destrozar el IFE, ¿qué podremos esperar cuando haga pública su reforma energética o laboral? Peor aún: el PAN, con su timorata bancada en el Congreso, está dando muestras de la prostitución de sus principios. Hoy los panistas parecen estar recibiendo la más dura de las líneas, bañada del capricho presidencial para obtener reformas a cambio de instituciones. Y me parece hilarante el argumento insulso de pensar que Ugalde defiende su hueso. Qué poco nos hemos dado la oportunidad de conocer al garante de los procesos electorales federales.
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ESCUCHÉ TU VOZ
Gabriela Orejas
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Proponen multas y trabajos sociales para parejas infieles en Colombia BOGOTÁ (AFP) - Los esposos o esposas infieles y sus parejas de aventura podrán ser sancionados en Colombia con multas de hasta 3.900 dólares (unos 2.870 euros) y trabajo social, según un proyecto de ley que el senador Edgar Espíndola planea presentar al Congreso en el actual periodo legislativo. "Estamos proponiendo que la infidelidad comprobada sea sancionada con 20 salarios mínimos (unos 2.870 euros) y se le someta a trabajos sociales los fines de semana", precisó este martes Espíndola a la privada radio RCN de Bogotá. Según el congresista, la sanción se aplicará también a las parejas que incurran en la falta, es decir a los compañeros de 'aventura'. "Nos hemos venido dando cuenta que la mayoría de las separaciones en Colombia empiezan por una infidelidad y que temas como la violencia intrafamiliar son consecuencia muchas veces de ella", precisó Espíndola al explicar los motivos del proyecto. Agregó que el proyecto también contempla que el Gobierno haga convenios con entidades que brinden tratamiento terapéutico e informativo a las personas que frecuentemente incurren en infidelidad. "Lo que queremos es, por medio de este proyecto de ley, llevar a la reflexión de todos los colombianos la importancia que tiene el hogar, el matrimonio, y honrar la palabra, el respeto por el compañero o la compañera", aseguró Espíndola. AFP
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