Septiembre  20   de 2006

 

 

 

¿Hasta donde fue el abuso?

ATENCO

 

Mentirosa o encubridora

PONIATOVSKA

 

 

 

 

 

La verdad y la demagogiaFOBAPROA

 

 

 

 

 

 

FOBAPROA

 

¿OLVIDARLO?

 

Se vale soñar

EXPO SEX  2006

 

 

 

 

 

 

Lo que viene

 

ESTO ES VERDAD

 

 

 

 

 

FOBAPROA

AMLO: DE MAL EN PEOR

 

 

 

 

En México, gracias a lo sucedido el 2 de octubre de 1968 o el 10 de junio de 1971, tenemos un trauma que no se ve para cuando podamos quitarnos: el de no poder diferenciar represión de aplicación de la ley.

 

Por reflejo los mexicanos acusamos de represión prácticamente a cualquier acción o imagen en la que observamos que a un grupo de personas se le somete con la fuerza pública, sin importarnos el trasfondo y ese miedo se ha transmitido a nuestros representantes y a los gobiernos mismos, quienes permite dejar crecer los problemas antes que actuar como debería ser por el temor a ser acusados de represores.  Esa falta de decisión ha engendrado el problemón actual en Oaxaca.

 

Teniendo por gobernador a un tipo que tiene como mejor carta de recomendación haber sido un mapache electoral y un movilizador de masas acarreadas, los oaxaqueños atestiguaron el comienzo de un movimiento de maestros que cada año se realiza en busca de mejoras salariales y retabulación, que sin embargo, en esta ocasión  degeneró en un secuestro violento de la entidad, en donde ya los menos son maestros y los más alborotadores profesionales.

 

Ante una real falta de autoridad en la capital, hemos visto como los inconformes no se han conformado con marchas, sino con que mar camiones, hacer barricadas, imponer toques de queda, cerrando carreteras, amedrentar a los medios inclusive cortándoles cartucho en la cara, golpear, torturar física y psicológicamente a ciudadanos en discordia ante la mirada de todo mundo.  ¿Y el gobernador?  Escondido en el DF.  ¿Vicente Fox?  Dice a los cuatro vientos que en Oaxaca todo esta bien y que no pasa nada.  ¿El Secretario de Gobernación?  ¡Quiere dialogar!  Y lo mismo los partidos políticos.  Nadie quiere que la fuerza pública intervenga.

 

Retomando: Cuando hay una manifestación pacífica de voces discordantes y se somete mediante la fuerza pública, es represión.  Cuando se violan las leyes y las garantías individuales, hay que restaurar el orden mediante la fuerza pública.  Eso NO ES REPRESIÓN. 

 

¿Se está violando la ley en Oaxaca?  Si.  ¿Usted dialogaría o acordaría con alguien que esta presionándolo mediante la violación de las leyes establecidas?  No  ¿Por qué?  Porque es un delincuente, no importa la causa que apoye.  ¿Debe hacerse uso de la fuerza pública para restaurar el orden social en Oaxaca?  ¿Es tan difícil la respuesta?  Parece que para nuestros políticos y autoridades, sí.  No es fácil librarse de un trauma que los ha convertido en medrosos cobardes.  Una lástima.

 

 
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21 años del temblor y seguimos en las mismas.

 

En 1985 apenas se había presentado el flamante Plan DN3 para la atención ante un desastre natural, cuando un sismo nos sacudió y demostró lo poco preparados que estábamos para un desastre de ese tipo, y aunque nuestra organización como sociedad fue ejemplar, quedamos reprobados, población y autoridades, en el ramo preventivo.  Este año sucede lo mismo con otro fenómeno natural: las lluvias

 

Esta temporada ha sido sorprendentemente abundante en agua pluvial y ha sido suficiente para dejar en evidenciar nuevamente que no sabemos prevenir y que nos falta educación.

 

Abundas las noticias sobre inundaciones en las ciudades, desbordamientos de ríos, destrucción de carreteras y un largísimo etcétera que ya nos deben tener fastidiados, por un lado por ver tanto desastre y por el otro, porque en una clara muestra de nuestros errores.

 

Como ciudadanos somos incapaces de cumplir las medidas preventivas mínimas para evitar y sobrellevar estas situaciones como son:

 

No tirar basura – Todo mundo tira a la vía pública su basura, desde la envoltura del chicle hasta botes completos, en ocasiones arrojando los desperdicios directo a las coladeras.  ¡Y luego nos quejamos de que las coladeras se tapan! 

 

Vivir en zona de alto riesgo – Entiendo perfectamente la necesidad de hacerse de una vivienda o de ser victima de un fraccionador abusivo, pero es una inconciencia establecer la casa en zonas que se sabe que se inundan cada que llueve, que son cauces de rió, que están cerca de zonas de deslaves o que simplemente se ven afectadas cada año de alguna u otra manera cuando llueve continuamente, lo que genera perdida total de bienes, inclusive de vidas.

 

Cultura vial – Cuando llueve, de inmediato todo se vuelve un caos en las vialidades.  ¿Por qué?  Porque somos incapaces de organizarnos y de respetar.  En lugar de ser más precavidos y concientes hacemos lo contrario.  Ese afán de pasar primero comienza a hacer los nudos, y peor aun si no sirven los semáforos.  Con un poco de cortesía sería más fácil sobrellevar esos ratos para todos los automovilistas.

 

Por parte de nuestras autoridades es lo mismo.  Saben perfectamente las zonas problemáticas y sin embargo, las escenas son las mismas año tras año.  No hay desasolve, al menos no el necesario.  No hay desalojo de las zonas de riesgo de manera preventiva.  ¡Y los policías son un desastre!  Si usted cree que un desastre vehicular está a su máximo, espere a que lleguen policías a tratar de dirigir el tránsito.  Ahí si, ¡bienvenido al desastre!  Parece increíble que invariablemente un policía dirigiendo el transito sea garantía del entorpecimiento total de la circulación.

 

¿Algún día lograremos superar estos malos hábitos?  Yo esperaría que si, aunque las evidencias me dicen lo contrario.  Parece que nuestra naturaleza es totalmente correctiva, para nada preventiva.  Pero es precisamente la prevención lo que nos haría vivir mas tranquilos y mas seguros como sociedad.  Si cada uno cumple su parte, estos padecimientos deberían ser mínimos.  ¿Seremos capaces de lograrlo?

 

Comunicación: fj@lavisiondelciudadano.com

 

 
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Los mexicanos somos temáticos, ¡si, por supuesto! y estoy segura de que  después de leer esto estará usted de acuerdo conmigo.

 

Casi todos los meses del año tenemos por lo menos una fecha que celebrar y eso es independiente del cumpleaños, santo, aniversario y lo que usted quiera y mande,  por ejemplo tenemos que en Enero festejamos para los más pequeños la llegada de los Reyes Magos y los mas grandes partimos la deliciosa y tradicional Rosca de Reyes.  Esta puede variar en su confección, si es casera casi siempre estará hecha con artículos de primera mano,  en cierto lugar comercial y poco conocido las hacen  rellenas de nata; en otro las encontramos cargaditas de nueces, en la mayoría de las pastelerías con sabor a mantequilla y un ligero toquecito de naranja y eso sin contar  el alegre  color que le da la fruta seca y cristalizada.  Este festejo nos da  pié para que lleguemos al dos de Febrero, día de  la Candelaria y  tengamos pretexto –hayamos sacado o no el niño de la rosca- para comer los tradicionales y ricos tamales: hay rojos, de dulce, verdes y de rajas, los deliciosos canarios de Toluca que en lugar de manteca llevan mantequilla y parece que estamos comiendo pastelito, que tal los oaxaqueños en hoja de plátano y los poco conocidos tamales de chipilín que se comen en  Tabasco, aquí  baten la masa con la carne de puerco deshebrada y esta deliciosa hierba aromática “chipilín”, servidos calientitos y bañados con una salsa de jitomate bien picosita.  Esta deliciosa comida la podemos acompañar con chocolate, café, refresco o atole de los sabores más variados e increíbles como por ejemplo: de guayaba, champurrado de mamey, arroz, nuez, vainilla, fresa ¿ha tomado usted el atole de galleta? Si, de galleta, yo ya lo tomé y es simplemente delicioso. Pero además en este mismo mes no podemos olvidar el día del amor y la amistad,  ya conoce usted como nos la gastamos los mexicanos para festejar en esta fecha y que es de lo más variada ya que lo mismo puede ser una agradable comida como una romántica cena una serenata o unos sofisticados  chocolates.  Marzo tiene dos fechas importantes,  la llegada de la primavera y el Natalicio de Benito Juárez el mismo día.  En Abril el Día del Niño nos obliga a comprar los dulces más variados y obsequiar con ellos a los pequeños. El importante mes de Mayo sirve para que las Madres reciban un justo  y merecido homenaje aunque a veces ellas tienen que guisar y en muchas casas no perdonan que mamá va a hacer mole con guajolote o de perdida con un humilde pollito o carne de cerdo y  de ahí nos saltamos al  tercer domingo de Junio donde no puede faltar el festejo a los sufridos  Padres.  Julio nos da un pequeño relax así como Agosto, mes que sirve de preámbulo para prepararnos para la fiesta más importante de los mexicanos.

 

¡Septiembre! mes en que aprovechamos para mostrarle al mundo nuestra unión y patriotismo, aquí en particular los mexicanos nos esmeramos en la imagen que vamos a mostrar al exterior,  lo que resulta impresionante -y esto lo he podido constatar personalmente- es la forma en que los turistas se maravillan del esmero y la preparación  que le damos a este evento y llama la atención la manera en que se contagian y disfrutan de algo que no es tan adhoc a su idiosincrasia.

 

En cada rincón de nuestra hermosa República Mexicana y en muchas embajadas del extranjero nos preparamos para esta ocasión que se organiza y trata de adaptar según el lugar, -imaginen una Noche Mexicana en la India-  en esta fecha en especial disfrutamos más de las banderas tricolores fabricadas en todos los tamaños imaginables expresamente para la ocasión. Mención aparte merecen todos los adornos y artesanías que hacen nuestros artesanos que es algo único en el mundo, y que decir de las avenidas iluminadas con miles de foquitos representando escenas de la Revolución y mostrándonos las caras de nuestros héroes.

 

Algo muy especial es  la enorme variedad de comida que se degusta en este mes ya que curiosamente en esta fecha podemos encontrar todo lo que se hace a lo largo del año en fechas específicas: aquí nuevamente podemos degustar los tamales en todas las versiones ya mencionadas y más,  hay pozole verde, rojo y blanco, menudo y/o pancita, el nombre varía según la región. Barbacoa, tacos, tlacoyos, sopes, quesadillas, gorditas de masa rellenas de chicharrón, queso y lo que a usted se le ocurra.  Los buñuelos cubiertos de miel son también parte de estas fiestas, los tradicionales pambazos que asemejan nuestra bandera tricolor, pues este pan relleno de papa con chorizo esta remojado en una salsita roja, bañado con blanca crema y queso y rematado con salsa verde bien picosita. ¿qué tal eh? ¿se les hizo agua la boca? Y para refrescarnos no hay como un refrescante tepache, bebida de cáscara de piña fermentada y única en México, también hay aguas frescas de lo que usted quiera, horchata, jamaica, limón, piña, tamarindo o que tal un pulquito curado o una cerveza bien fría y lo mejor de todo para algunos “el Tequila” tradicional en esta época, con su chupadita de limón y los granos de sal para que resbale más sabroso y no nos raspe  la garganta. 

 

¡Y no puede faltar el remate perfecto!, “el postre” que lo mismo puede ser una  jericalla o flan; dulces cristalizados: camote, calabaza, biznaga, piña, dulces de leche quemada o de cajeta, arroz con leche, cocadas y plátanos fritos, nieves y helados, raspados de grosella, limón, guanábana o leche quemada. ¡Mmmmmmh!

 

Pero sería interminable enumerar la cantidad de cosas que encontramos en este mes en el que nos sentimos tan invadidos de patriotismo y en el que la gran mayoría de las  personas portamos con orgullo algún adorno alusivo durante todo el mes: una pulserita tricolor, moños y adornos para el cabello, corbatas, pins y/o botones para los hombres y prendedores para las mujeres.  ¿Y que tal el mero día del grito?  hay que vestirse de acuerdo a la fecha,  los rebozos y los sombreros salen a relucir, las faldas amplias y de colores como queriendo emular a las aguerridas adelitas de la Revolución, o los gallardos charros. También escuchamos y cantamos a grito en pecho nuestra música mexicana y ranchera,   buscamos a los mariachis, las bandas y todo lo que nos implique patriotismo.

 

Durante treinta días seguidos, los cuetes, chinampinas, cornetas, buscapies, las bombas multicolores que iluminan el cielo, los toritos llenos de luz y gran cantidad de estos artilugios nos ensordecen ayudándonos a no olvidar ni por un momento el mes en que estamos para que el festejo sea aún más colorido y ruidoso, preparándonos  para que llegado el momento sintonicemos el radio o la televisión o asistamos a lugares claves del estado en el que vivamos y nos alistemos a escuchar las palabras que la autoridad del momento gritará desde un balcón, una plaza, un kiosco o un zócalo.  “Mexicanos, ¡Vivan los héroes que nos dieron Patria! ¡Viva Hidalgo! ¡Viva Morelos! ¡Viva Allende! ¡Viva la Corregidora Josefa Ortiz de Domínguez! y después de estos se mencionan muchos otros personajes porque cada quien le agrega de su cosecha, para rematar con un sonoro, grandioso y coreado ¡Viva México,  Viva México,  Viva México!. Este es el clímax de la celebración, porque en ese momento mexicanos y extranjeros en  todo el mundo se unen para vitorear al mismo tiempo a México, es emocionante ver como estas personas tan ajenas a nuestras costumbres disfrutan con nosotros y comen, beben y festejan  un acontecimiento  que es importante solo para los mexicanos. 

 

Después de este mes contamos también con fiestas muy importantes,  como por ejemplo en Octubre el Día de la Raza, en Noviembre Día de Muertos, fecha que merece mención aparte y que haremos en su momento al igual que las bellísimas fiestas Decembrinas, con las posadas, la Navidad y el Año Nuevo y sin omitir por supuesto la celebración católica más importante para muchos mexicanos, el santo de la Virgen de Guadalupe y que estoy segura no se festejan de igual manera  en ningún lugar del mundo y esto con todo respeto y sin desmerecer a nadie. Porque ese toque que tenemos para  ensalzar nuestras fiestas populares con sus sabores, olores y texturas,  es característica única de nosotros: los mexicanos.

 

Esa es la cualidad que tenemos, saber disfrutar y hacer que los demás gocen con nosotros,  saber compartir lo que tenemos  sin importar credo, raza o estatus económico y lo ofrecemos de corazón,  no importa el remoto lugar en el que vivamos ya sea en alguna cálida playa con arena blanca como talco o hermosos guijarros multicolores, en  la montaña fresca de enormes árboles y bellas cascadas de agua cristalina o en la sofocante selva con su verde y rabiosa vegetación, tal vez en la majestuosidad  de algún sitio colonial o en la sobriedad de una moderna y pujante ciudad. Todos nos unimos para compartir esta fecha: Felices Fiestas Patrias y ¡Que Viva México ca…………ramba! ¡Claro que sí!

 

comunicación: susy@lavisiondelciudadano.com

 

 
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SIEMPRE LO SUPO

 

La noche misma del 2 de julio, López  Obrador supo que había perdido la elección presidencial, pero ganado el mayor contingente legislativo.  Lo supo por que era el resultado de la simple suma de las actas con los votos de cada casilla, actas avaladas con la firma de los representantes del PRD.  Prefirió darnos estos meses de tortura porque  fue incapaz de aceptar un triunfo de su partido simultáneo a una derrota personal. Ël y nadie más que él había perdido.  Todos los demás candidatos tenían sus puestos asegurados dentro de las instituciones que luego, la tarde del Informe, prefirió mandar “al diablo” desde su mitin diario, al que llama asamblea.  Ese fracaso, personal, íntimo, único, le resultó intolerable al caudillo. Y lo habría sido para cualquiera: allí están Guadarrama y Núñez, priistas con senadurías del PRD;  allí esta Ebrad, salinista con jefatura de gobierno del PRD.  Todos, todos, excepto él.  Eso lo quebró.

 

También Carlos Castillo Peraza supo que su derrota en la campaña por el DF, donde el PAN  comenzó con todas las encuestas a su favor, era obra suya. Y tampoco pudo con esa derrota.  Hombre íntegro, la reconoció pero no vivió mucho tiempo más.

 

El rostro de López Obrador, que unos pocos señalamos con insistencia cuando se ocultaba detrás del maquillaje para la foto electora, en la derrota aparece tal cual es y ha sido siempre: “Al diablo con las instituciones”, grita, sin importarle poner en tremendo brete al PRD, partido que es parte de esas instituciones, pues ganó diputados y senadores como nunca antes en su historia, ganó el gobierno del DF y gobierna varios estados.  No le importa porque el PRD jamás ha sido su partido, de ahí que su principal afán haya sido el de rellenarlo con los peores priistas, con bazofia del calibre de José Guadarrama y Arturo Núñez, para mencionar sólo dos; uno, acusado de asesinar perredistas, otro, campeón del Fobaproa, el rescate bancario considerado por El Peje como el peor robo a México… y hoy senadores por el PRD, ¿Usted no entendió? Yo tampoco.

 

López Obrador fue el primero en creerse su atractivo, el que levantó sobre la miseria, pero no la de los pobres, sino la miseria educativa del país: suelta los lugares comunes más comunes con la convicción del adolescente ceceachero que ha descubierto las clases sociales, tiene “filosofía” de taxista, certeza de carbonero, sabiduría de esquina, frases de “jilguero” (como se llamaba a los encargados de calentar un mitin antes de dar la palabra al candidato priista); acusa a los contrarios de hacer exactamente lo que él está haciendo, repite estribillos sin preocuparse por fundamentarlos, ofreció una colección desarticulada de recetas comprobadamente fallidas, todo envuelto en una densa aureola de feromonas sexuales, en una cachondería de ríos tabasqueños que enamoró a muchas y a muchos.

 

Encontró la palabra más creíble para todo México: “fraude”. Porque fraudes sufrimos por 70 años de PRI. Y escamoteó mañosamente que las elecciones no las organiza ya el gobierno y que al frente de las casillas están los vecinos que son vigilados por representantes de los partidos,  vigilados por observadores nacionales e internacionales. Gritó “fraude” y la miseria educativa del país hizo el resto: poca gente sabe explicar los cambios en el sistema electoral hechos hace 15, 12, 10 años. Lo hizo de mala fe porque siempre tuvo las pruebas de su derrota, su insoportable, su imposible derrota.

 

Reprimir

¿Se reprime a un secuestrador cuando se lo somete por la fuerza para liberar a la víctima? Los mexicanos hemos terminado por no distinguir entre 1) Aplicar la ley a quien la infringe, y 2) Reprimir una manifestación legal de protesta. Lanzar la policía contra una marcha pacífica y desarmada es reprimir. En cambio, bloquear avenidas y carreteras, cerrar bancos, es claramente ilegal y afecta los derechos de terceros, es un secuestro  de la ciudad. Evitar los secuestros es obligación del Estado, y no es materia optativa.

 

Complot.

Aquí está el último: 1) Fox siempre estuvo contra la candidatura de Calderón y apoyó a Creel; 2) no pudiendo manifestarse en contra del candidato de su partido, decidió maquiavélica, astuta, arteramente (mostrando esas destrezas por primera vez en su vida), manifestarse a favor; 3) pero hacerlo de tal manera que fuera causal para invalidar su posible triunfo. O más a su tosco nivel: lo traicionó su inconciente. ¿Cómo ven?

 

Comunicación: lgonzalez@milenio.com

 

 
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NdelaR: Publicado por el diario de izquierda "El Páis", que veía con buenos ojos la candidatura de AMLO, lo que lo hace significativo

EDITORIAL

De mal en peor  

 La conducta del candidato izquierdista en las elecciones presidenciales mexicanas, Andrés Manuel López Obrador, ha pasado del esperpento a la amenaza real para las instituciones políticas de México, un país de gran peso político y económico en todo el continente americano. López Obrador, del PRD, perdió las elecciones por un margen muy pequeño de los votos (el 0,58%) frente al candidato del conservador Partido de Acción Nacional (PAN), a pesar de lo cual inició un peligroso camino de deslegitimación de la democracia cuando mandó al diablo las instituciones y decidió rechazar el resultado electoral en nombre de un supuesto fraude. Ahora acaba de dar un paso que empeora la situación, al proclamarse presidente de México ante cientos de miles de partidarios en la plaza del Zócalo. Los temores, bastante fundados si se atiende a la escasa finura democrática del personaje, apuntan a que el siguiente disparate sea el nombramiento de una especie de Gobierno paralelo que consagre la división del país.

Aunque excéntrico hasta ahora en México, el comportamiento de López Obrador está en línea con las tentaciones bien recientes de cambios constitucionales y reformas legales en algunos países latinoamericanos, como Venezuela o Bolivia, orientados a perpetuar o ampliar las presidencias actuales sin pasar por las urnas. Son la excrecencia de actitudes caudillistas o de simple desprecio a las reglas más elementales que deben respetar todos los partidos democráticos: el ganador, por el margen que sea, gobierna si se lo permiten sus leyes parlamentarias y el perdedor saluda, da la enhorabuena y se dedica a vigilar estrechamente al Gobierno elegido. Sería inútil, probablemente, recordar a López Obrador la conducta en casos similares de otros políticos de más fuste y tradición democrática, como la de Al Gore en Estados Unidos, que renunció a prolongar una controversia sobre un supuesto fraude electoral para no dividir al país y mantener la estabilidad.

Si los comportamientos elegantes no le conmueven, puede reflexionar sobre el deterioro de la imagen de México en el exterior, política y también económica. Lo que importa es que las instituciones mexicanas dispongan de resortes para acabar con este intento ridículo de subvertir la democracia, y que los países del entorno que ahora jalean sus pretensiones -y que coinciden con quienes sugieren reformas constitucionales retrógradas- reconozcan públicamente y sin reservas al verdadero ganador, Calderón.

 

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¿OLVIDARLO?

 ¿Olvidarlo?

Nunca se olvida el pasado,

nunca se olvida el dolor,

nunca se olvida el rencor,

nunca se olvida lo amado.

 

¡Cómo quisiera olvidar!

¡Cómo quisiera perdonar!

¿Cómo olvidar el pasado?

¿Cómo olvidar lo amado?

 

¡Sí! Yo he olvidado,

¡Sí! Yo h perdonado,

¡Sí! Yo he olvidado el pasado

pero, ¡No! Yo no he amado.

Comunicación: bacabs_dg@yahoo.com.mx

 

 

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COLABORACIÓN

Se busca empleada, muy guapa y sin hijos

En lo alto de ese gris edificio de la zona industrial pende un anuncio, “se solicitan mujeres para que realicen trabajos de costurera y limpieza. Únicos requisitos ser soltera, no te-ner hijos y presentar examen médico de no embarazo”.

En este estado, el más poblado del país, ser mujer y buscar trabajo es prácticamente una odisea. Aunque escasas, las ofertas laborales, sobre todo para las mujeres, casi siempre se tornan discriminatorias. Aún más, si se es mayor de 35 años, con sobrepeso, indígena y/o madre soltera.

Veintiún años de guerra por la vida han dejado profundas cicatrices en el alma de esas mujeres. De Leticia, por ejemplo, que su vida se repite como canon en miles de mujeres en el país, que han experimentado violencia y discriminación, y que la siguen sufriendo.

CONSEGUIR TRABAJO
Algunos anuncios explícitos en las páginas de diarios clasificados de empleos: Se solicita secretaria, soletera, no mayor de 30 años, con presencia agradable, salario y prestaciones conforme a la ley.

En la actualidad, el mercado laboral ofrece múltiples opciones para las jóvenes, solteras. Y se hace énfasis en este punto: sin hijos, aunque los sueldos ofrecidos oscilen entre dos mil 700 y seis mil pesos mensuales de acuerdo a su capacidad.

LETICIA
Apenas tiene 20 años, y dos años trabajando en una gasolinería. A pesar del uniforme verde, ella se distingue entre los varones. Leticia entró al establecimiento, cuando tenía 18 años y con la necesidad apremiante de ayudar a la familia.

—El salario de mi papá no alcanza para mantener a mis cuatro hermanos —había que colocarse en un trabajo. La gasolinería fue la primera opción y cercana a su casa—. Aunque paga poco, al menos tengo seguro social -dice mientras su manos, limpian un sucio parabrisas.

Cabello largo, negro intenso; piel de bronce; manos que intentan permanecer tersas; uñas cortas y de pintura “descarapelada”. Bajo un fuerte sol, Leticia se muestra afanosa. “A veces los clientes dejan buenas propinas; es buena la ayuda, porque el salario no alcanza”.

Aprisiona la manguera de la expendedora de gasolina. “¡Buenos días! Señor”.

A sus 20 años, Leticia tiene un hijo de apenas un año. “Vivimos, con mis padres, él trabaja también en una gasolinería. Nos conocimos en la secundaria y desde ese entonces decidimos que nos casaríamos”.

El cliente se aleja y se despide llamándola por su nombre. Ella hace lo mismo. “Sí nuestro hijo sale bueno pa´l estudio, los vamos a apoyar mucho”.

Leticia trabaja turnos de seis de la mañana a dos de la tarde y de dos a nueve o hasta más.

Leticia fue marcada por su propia naturaleza de nacer mujer.

"NO ESTAR EMBARAZADA"
“Las mujeres suelen tener menores niveles de formación y especialización en comparación de los hombres, con lo cual sus habilidades sufren un estancamiento; las mujeres suelen tener su economía supeditada a la familiar; las mujeres presentan peores resultados de salud tanto física y psicológica”, dice Patricia Valladares, especialista universitaria en estudios de género.

Secretarias, ejecutivas de cuenta, enfermeras, auxiliares administrativos y masajistas. Todas ven que se les requiere con disponibilidad de tiempo completo y sin familia. Pero esto es sólo la punta del iceberg de miles de historias de mujeres objeto de discriminaciones y condiciones desiguales en el mercado laboral.

En la mayoría de los casos, para obtener un empleo formal sólo tienen que enfrentar un par de requisitos: ser solteras y no tener hijos. Lo que las excluye por completo de muchos trabajos.

Otro requisito discriminatorio, incluso en los gobiernos municipales y estatales, es pedir exámenes de embarazo a las mujeres solicitantes de un empleo.

LAS MÁS CASTIGADAS
Según cifras del INEGI, el estado de México se coloca en el lugar 21, en cuanto a familias con jefatura femenina.

Más de la mitad de los estados de la República registran porcentajes de hogares dirigidos por una mujer superiores al 20 por ciento.

De acuerdo a cifras proporcionadas por la Conapo, en México viven cerca de 880 mil madres solteras.

Nueve de cada 10 mujeres tienen hijos menores de 18 años y seis de cada 10 aún viven en el hogar de sus padres, sin contar con un empleo remunerado. Tres de cada 10 madres solteras viven en pobreza.

Una de cada cinco mujeres, tuvo su primer embarazo siendo soltera y sólo la mitad de ellas se casó. Un 16 por ciento continuó sin formar pareja antes de que su primogénito cumpliera cinco años de edad.

Las madres solteras, en su mayoría, son menores de 30 años y representan el 28.2 por ciento de las madres mexicanas y constituyen uno de los sectores más desprotegidos, frente al desempleo y abusos del mercado laboral.

Con base en datos oficiales sobre la ocupación principal femenina en el año 2000, en el estado de México, de cada cien mujeres ocupadas, 19 son comerciantes y dependientas, 13 oficinistas, 12 trabajadoras domesticas, 9 artesanas y obreras, 7 trabajadoras de la educación, 5 operaban maquinaria fija, 4 eran profesionistas, 4 eran técnicas y 4 se dedicaban al ambulantaje. 

Ana Salazar

 

 

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